Inauguración del Dojo Carlos Rodriguez Sensei, Seminario dictado por Gustavo Auday Sensei y exámenes 5to Kyu.

El sábado 16 de Diciembre de 2017, fue una jornada extraordinaria, laboriosa y muy agradable. Contamos con la presencia de gran cantidad de integrantes de la Asociación, entre ellos Gustavo Auday Sensei (6to Dan), Guillermo Mantiñan Sensei (5to Dan) y María Argañarás (3er Dan).

Sensei Auday vino desde Bahía Blanca y nos brindó un enriquecedor Seminario, en colaboración con sus dos compañeros de ruta (Santiago Bresciano 1er. Dan y Franco Macrelli, 1er kyu). Agradecidos hemos quedado por tan generosa visita y quedamos al aguardo de la próxima, que durará todo el mes de enero 2018. Durante el breve entretiempo (pues la jornada fue extensa desde las 12.30 a las 18 hs) tuvimos oportunidad de disfrutar de las cosas ricas traídas por todos. Luego continuamos con la 2da parte del Seminario, finalizando con el examen a los nuevos alumnos.

De este modo, en un ambiente festivo, dimos por inaugurado al Dojo con su nuevo nombre, el de Sensei Carlos Rodríguez, siempre presente en nuestras prácticas.

Ego

Aquellos versados en las cuestiones filosóficas podrán, con creces, definir mucho mejor que yo este concepto. No obstante creo no equivocarme (MALDITO EGO) si digo que el Ego es aquello que nos separa de los demás, lo que nos identifica como individuos y que, por lo general goza de mala reputación.
Es cierto que ser ególatra y/o egocéntrico en demasía no nos traerá nada bueno.
Cada uno de nosotros deberá interpretar cual será la medida exacta de cada uno de esos ingredientes que nos permitan ser nosotros mismos (autocensurarse tampoco es bueno) ser sociables, permiténdonos ser miembros de una comunidad definida; los iguales tienden a agruparse.
Para poder llegar a eso (a ser recibido y aceptado) uno debe ceder, al igual que los demás miembros, esa necesidad de ser el centro del universo. En busca del bien común debe uno sacrificar ese deseo de ser “el único”.
Bien cierto es que es muy saludable que así sea. En la práctica del aikido, si me centro en mi propia persona sin tener en cuenta al compañero circunstancial de práctica, sea cual fuere el papel que interprete cada uno (Nage o Uke), deberán dejar de ser uno para convertirse en parte del Universo y sacar el mejor provecho de la práctica conjunta pues ambos por separado nunca podrían obtener el mismo resultado.
Y qué decir de los logros obtenidos; si al avanzar de grado o por el simple motivo de tener el honor de poder dar clases uno cree transformarse en “colega” de su Sensei y creyera por un instante que ha logrado llegar a la meta; si el Ego tomase las riendas de dicha situación, Dios mío !!
Por el contrario, si uno creyese que a pesar de todo el esfuerzo cometido, las instancias relacionadas a la jerarquía obtenida fuera cosa de simple burocracia si el estar mucho tiempo en algo fuera suficiente para ascender, sin importar la estructura en cuestión), perderíamos mucho de lo que pueden enseñarnos los que viene detrás nuestro; es necesario que exista una dinámica de grupo que active la sinergia propia de la interacción humana.
Mi educación técnica me hace pensar en pequeños engranajes, y mi educación en Aikido me hace pensarlos no de acero indeformable, sino de un material maleable, adaptable y en constante movimiento, cada uno con voluntad propia. Cada uno con su propio Ego buscando su equilibrio, su armonía y su movimiento interior.

Osvaldo Hiquis.

Detalles

Hoy por la mañana en ese momento , ínfimo, entre el sueño y la vigilia, pude percibir a través de mis parpados como la noche se transformaba en día. Me llamó poderosamente la atención pero no me impidió continuar remoloneando un ratito más.

Mucho más tarde, durante la práctica, intenté aplicar kaitenage a Alejandro, uno de mis compañeros, y al no acercar lo suficiente su brazo al cuerpo no pude efectuar la técnica.

Entonces recordé lo sucedido a la mañana y pensé en cómo un pequeño detalle transforma una cosa en otra.

 

Osvaldo Hiquis

Precaución ante todo

Estimados, buenos días.

Comparto con Uds. una experiencia "enriquecedora".

Ayer iba caminando por una calle solitaria, ya era de noche, cuando de pronto a media cuadra adelante mío veo un sujeto en "actitud sospechosa".

Sin dudar crucé la calle de forma decidida y con paso firme.

Inmediatamente aparecieron dos personas más (estaban ocultos cercanos a este tipo) quienes siguieron caminando por la vereda que acababa de abandonar (la de los autos estacionados, finita y mal iluminada).

Seguí mi camino sin complicaciones.

Pude aplicar:

Zeishin (estado de alerta): percibí una situación, al menos rara -tal vez alguno de ellos no hacía mas que atarse los cordones-.

Estado de ánimo: sin dudarlo cambié de vereda y, como recomienda Rodriguez Sensei, caminé erguido ( tal vez sirvió para que desistan de agredirme).

En definitiva evité el conflicto, continuando con mi habitual vida.

Que loco el aikido, no?

 

Osvaldo Hiquis

Sin prisa pero sin pausa

Sin prisa pero sin pausa
Muchas veces me han dicho " En aikido no utilizamos nuestra fuerza sino la fuerza del otro".
Esto me producía algo de frustración pues ¿De que manera no hacer fuerza y al mismo tiempo mover el cuerpo, girarlo, desplazarse? Mi formación en una escuela técnica -formación que finalizó hace muchos años- resultó ser extremadamente formal e impedía en cierto grado, dejar lugar al nacimiento del"Arte".
No obstante yo continuaba pensando " Acá hay algo mal, alguien está entendiendo las cosas de modo erróneo" y ese alguien era yo; mi mente me decía que Newton y su ley donde explicaba que la fuerza de gravedad nos atraía hacia el centro de la tierra no podian estar equivocados; pero ¿ De que manera aplicar la ciencia al Arte ? Los compañeros de práctica con mayor conocimiento que yo quienes insistían en corregirme " no hagas fuerza", habían visto esa luz al final del túnel que a mis ojos aún permanecía oculta.
Entonces comencé a comprender que en el interior de cada uno de nosotros hay una energía, una "pila" que nos moviliza, que nos motiva, de acuerdo a las circunstancias, a llevar adelante cosas cotidianas o proyectos titánicos. Es esa energia que me falta cuando estoy engripado, afiebrado y no tengo ganas de hacer nada y cuando tengo algún proyecto interesante, me rebalsa.
A esa energía, a ese "espíritu" hay que cultivarlo, hay que entrenar con él presente, y buscar la unión entre la energia de uke y la nuestra, no importa si la técnica debemos hacerla lenta,  no importa. Debemos hacerla lenta y paulatinamente imprimirle velocidad , pero sin apuro.
Como alguien dijo: Sin prisa pero sin pausa.

 

Osvaldo Hiquis